Como somos chicos finos y de buen porte, hoy, emulando a los Beefeaters, los guardianes de la Torre de Londres, famosa no sólo por guardar la corona de Su Graciosa Majestad -qué aje tiene la muchacha-, sino porque allí se cortaban cabezas con mucho arte.
Pero nosotros preferimos recordar aquel coro gaditano, “Vamos de etiqueta”. Otro alocado divertimento más que añadir a nuestro variopinto historial. Por eso, como dijo el mismísimo Shakespeare, gran mollatoso, entonamos aquel viejo poema inglés: ¡To be or not to be, that is the question, de calamares fritos cómo me he puestion. To be or not to be, qué maravilla. Te cambio la ginebra por la manzanilla!















