Después del triste blanco y negro y la decepcionante Lisboa, esta pequeña colección en color intenta mostrar una cara más alegre y brillante de una ciudad enorme, con historia, turística y amable. Las imágenes, aunque cuidadas, son las típicas de viaje, con las luces que te vas encontrando en el momento que pasas por los lugares y a los que generalmente no vas a volver. El tiempo espléndido de verano, con sol radiante y luces duras no son precisamente lo más adecuado para obtener buenas tomas, pero es lo que había. Espero que os gusten.
Rafael Sánchez, Julio 2013