Las estaciones son sitios de partidas y bienvenidas, aunque para mí siempre tienen más de partida… de tristes despedidas, de melancolía, de soledades.
La estación de Cádiz es última estación -o primera, según se mire, aunque hoy en día, por la escasa trascendencia de la ciudad en diversos aspectos es, sin duda, última. Por Cádiz no se pasa, a Cádiz se llega y quizás por eso la estación de Cádiz tenga más suavizada esa connotación de tristezas y despedidas. Tal vez por haberse quedado la última se ha beneficiado de ser estación de bienvenidas y de acogidas.
Con estas imágenes he intentado mostrar tal cual es este lugar… un lugar inconcluso, desaprovechado, mezcla de modernidad y tradición. También un lugar con un enorme potencial. Espero que algún día esté cada cosa en su sitio…
P.S. La estación de ferrocarril de Cádiz consta de dos edificios: la antigua y hermosa estación de 1905 y la inaugurada allá por 2002. La primera permanece cerrada desde que concluyó su restauración. Está ubicada entre el puerto y el edificio de aduanas del cual, aun hoy en día, se sigue discutiendo la conveniencia de su demolición (más en términos políticos que racionales).
Mientras, la antigua y restaurada estación permanece sin uso, deteriorándose día tras día, mes tras mes, año tras año…