En TerceroEfe hemos realizado un trabajo mostrando aquellas obras arquitectónicas de la ciudad de Cádiz que permanecen en un absoluto abandono. No buscamos culpables del estado en que se encuentran, sólo mostramos una incuestionable realidad, realidad que hemos intentado hacer bella.
Con una selección de estas imágenes, hemos realizado un calendario para el año 2017 con la esperanza de que algunos de los edificios que aquí aparecen no tuvieran que hacerlo en un hipotético almanaque para 2018.
El abandono es la antesala del olvido. Y así empezó todo. No sabemos cómo fue, ni creemos que nadie lo sepa a ciencia cierta. Dejaron de sonar las sirenas de las factorías y de los barcos, que se fueron para no volver a Cádiz nunca más, y nadie supo el porqué. Se marcharon aquellos estudiantes del otro lado del mar, de otros rostros, otras pieles y otras banderas y su casa de siempre quedó vacía. Luego llegaron las promesas de futuros espléndidos y luminosos que, como siempre, nunca se cumplieron. Pero nadie supo el porqué. Se abandonaban los edificios, unos inconclusos, otros por inservibles y otros esperando un destino que nadie conocía. Pero nunca hubo presupuestos y tampoco ideas para ellos. Cambiaban los colores de las palabras, cambiaban los plazos de las promesas y cambiaban los destinos; y ellos como testigos mudos, como esqueletos orgullosos, mantenían a duras penas su presencia y sus nombres.
Al principio, la gente murmuraba, criticaba e incluso los echaba de menos. Luego la costumbre y el tiempo hicieron su trabajo. Nuevas injurias ocuparon su espacio y las preocupaciones cambiaron. Nos acostumbramos a verlos agonizar frente al mar y pasábamos junto a ellos procurando mirar hacia otro lado para evitar su visión delatora y así, esquivando su incomoda presencia, los hicimos invisibles.
Pero nosotros, los fotógrafos de Terceroefe, en un arrebato de inconformismo o de nostalgia, quisimos ser testigos de su ruina y abandono a través de nuestras imágenes. Como notarios, aceptamos el reto de buscar la belleza escondida entre estos muros tan gaditanos y tan venerables.
Éste es el resultado de una farragosa tarea que nos llevó a un tiempo de búsqueda y por qué no, de reencuentro con la belleza y con nuestro pasado. Lo que nunca encontramos fue la respuesta a cómo un pueblo acepta la decadencia como algo inevitable, asistiendo impávido al abandono, que es el camino que conduce inexorablemente hacia el olvido.
Aquí puede ver y descargar el calendario
Es penoso ver el estado deplorable y de abandono de Cadiz. Y nuestras autoridades mirando para otro lado. Solo se preocupan de salir en las fotos, sobre todo en elecciones. Y mientras tanto el gaditano de a pie ante la impotencia, cantándole a Cadiz en Carnaval. En reumen entre todos la mataron y ella sola se murió.
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