Como ciegos que han perdido su camino, así vamos este año. Cuando un pueblo abomina de sus raíces, desprecia sus tradiciones, recurre al burdo plagio y copia, sin el más mínimo pudor, lo que se hace en otros lares, es que se encamina inexorablemente a la decadencia.
¡Tos por iguá valiente! ¡Qué nos gusta la sarga!
