Nuestro nuevo proyecto, después de casi 3 años de trabajo, ve la luz. El 24 de febrero de 2022 a las 12 h inauguramos este recorrido por la historia del vino a través de la pintura. Recreaciones fotográficas de cuadros de maestros de la pintura que se ocuparon de este tema.
Estamos de aniversario. Cumplimos diez años desde aquel día en que rompimos amarras y volamos a esta bendita locura que se llama Treceroefe. En este almanaque, desde la portada hasta la contraportada, hemos querido recordar algunas de las fantasías que nuestra mente dislocada y estrafalaria ha recreado a lo largo de este decenio tan prolífico y abundante. Está especialmente dedicado a todos los que nos ayudaron en los proyectos, a los que nos han seguido fielmente durante estos años y a los que creyeron en nosotros sin reservas. Con todo nuestro afecto y agradecimiento. Disfrútenlo como nosotros hemos gozado haciéndolo. GRACIAS.
En la historia remota, el Gran Rio, el Betis de los romanos, desembocaba muy cerca de Hispalis, haciéndolo en un gran estuario que se abría hacia el Sur formando el gran lago, Ligur o Ligustino, que llegaba hasta el proceloso Atlántico por el Luciferi Fanun o el Faro del lucero, la actual Sanlúcar de Barrameda. La explotación de las minas a cielo abierto que hacían los romanos en la cuenca alta del río y los posteriores lavados de mineral, vertían al río gran cantidad de arena que era arrastrada y repartida por su cauce a lo largo del estuario hasta el mar. Estos vertidos fueron colmatando dicho estuario, quedando en la actualidad solamente el cauce propiamente dicho y las riberas marismeñas se han ido adueñando de aquel mágico y mitológico espacio. A la derecha el Coto de Doñana, un humedal reserva de la biosfera y parque nacional. A la izquierda la marisma ha dado lugar al asentamiento de cortijos típicos marismeños y la rica colonia agrícola de la Algaida. Precisamente en esta zona se creó un complejo salinero llamado en la actualidad Salinas del Monte Algaida. A este espacio, una tarde de sol inclemente, me invitaron amablemente a fotografiar todo el complejo y alrededores. Una delicia. Esta colección es el resultado de mi primera experiencia ante estos blancos desafiantes y deslumbrantes. Espero que os guste, aunque prometo volver con la luz tibia y dulce del otoño para poder sacarle todos los matices que esconde. Sanlúcar de Barrameda. Junio del 2021.
Teníamos tantas ganas, teníamos tanta ilusión, pero el maldito virus nos ha vuelto a dejar sin Gran Regata otra vez. Soñábamos con volver a fotografiar esos mascarones legendarios, esas jarcias viajeras y esas grimpolas y banderas de popa que nos hacían imaginar singladuras mágicas. Pero nos hemos vuelto a quedar solos en el cantil del muelle rumiando nuestra frustración y esperando lo que nunca volverá. Habíamos sido testigos de todas las ediciones anteriores. Tenemos rebosando nuestros archivos de imágenes pasadas y ni siquiera eso nos consuela. Por eso nos hemos puesto en el papel de esos marinos intrépidos que tanto nos encandilaron en las películas e historias de nuestra infancia y juventud. En la cámara de oficiales del Amerigo Vespucci trazamos los rumbos mágicos de nuestras próximas aventuras.
Los cuatro lunáticos de Tercero Efe han logrado, de nuevo, arrojarnos a los ojos un conjunto deslumbrante de artilugios visuales que unas veces nos invitan a la fantasía traviesa o al lúdico sinsentido, y otras nos escupen una íntima decadencia en el sur mismo de nuestras frentes. (Martín Hidalgo)