Llamados comúnmente “naturalezas muertas”, es en España donde adquieren el nombre popular de bodegones, quizá influenciados por esos establecimientos de comidas donde se exhibían los alimentos en un rincón del mostrador. Aunque ocupaba el escalón más bajo de los géneros pictóricos -los paisajes, retratos, escenas cotidianas y simbolismos religiosos estaban mejor valorados- el bodegón siempre ha sido tema utilizado por los pintores desde los albores del arte.
Pero es a partir del siglo XVII cuando los grandes pintores holandeses empiezan a explorar y a mostrar su maestría haciendo bodegones. En España los maestros del barroco buscan nuevos aires para mostrarse fuera de los simbolismos religiosos y buscar una libertad creativa donde lucir su buen oficio. Velázquez, Zurbarán, Murillo, Caravaggio y sobre todo Sánchez Cotán, mostrarón su gran destreza en este género pictórico. Luego, hasta nuestros días, todos los grandes maestros de la pintura, han hecho sus incursiones en los bodegones.
La fotografía, siempre hermana de la pintura, desde sus comienzos hizo que los fotógrafos también buscaran en el bodegón una manera de mostrar su manejo de la luz, de los encuadres y las proporciones. Raro es el autor que no haya explorado este mundo tan sugestivo.
Este año desde Terceroefe, queremos hacer una visón personal de los bodegones y darle la importancia que creemos tiene en el mundo de las artes plásticas y de paso, desearles a todos nuestros amigos y seguidores un buen Año Venidero.